miércoles, 1 de junio de 2011

At least nothing


El problema es que hueles, intuyes, sabes lo que viene ahora. Sabes lo que va a pasar. Y no te gusta. Te provoca repulsa. Lo detestas.
Sabes que es lo que pasa en estos casos y bien puedes suponer que ésta no será una excepción. Sabes que va a reírse con otros que no sean tú. Sabes que por su boca pasarán lenguas que no serán la tuya. Sabes que no vas a ser el último jeto en el que piense antes de irse a dormir.

Y eso que odias perder el tiempo. Pero aún así, no puedes evitar perderlo. No puedes evitar odiar esto. Odiar este juego en el que siempre eres el perdedor.
Odiar ser uno más.

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