martes, 8 de mayo de 2012

Delirio.



Imagina que de repente todo desaparece. Imagina que cada pared, cada puerta, cada ventana, cada cosa a tu alrededor, todo lo que tocas, sientes, ves, hueles, se hace añicos y despiertas en una nada absoluta. Imagina que todo pasa a ser relativo, no imperceptible pero sí innecesario, fútil, vano y despreciable. Imagina que todo aquello que creías verdad deja de serlo, imagina perder ese miedo que te ha atenazado toda la vida en cadenas de ébano y te ha quemado la piel por dentro. Imagina algo nuevo, libre, imagínate, más fuerte que nunca, despojado de todo, imagínate loco, chalado, desnudo de cualquier rastro de humanidad, imagínate en una nada sin fin, sin laberintos, sin rocas, sin trampas ni faroles. Imagina que vieras todos los engaños, imagínate pieles y corazones imposibles de herir.


Imagina una vida sin muerte, imagina que la moneda dejara de tener dos caras. Imagínate un mundo tan relativo que pasa a ser completamente absoluto, polar, abandona el negro, sólo existe un blanco cegador.
Imagínate. Hermoso, por fin. Libre, por fin. Solo, por fin. Tú, por fin, solamente tú. En la nada.

2 comentarios:

  1. Personalmente, me asusta solo el imaginarme algo así.

    ResponderEliminar
  2. No puedes ser completamente libre sin estar completamente solo y desolado. Hete aquí la respuesta.

    ResponderEliminar

Seguidores