martes, 13 de marzo de 2012

Adelante y atrás.

Imaginad un péndulo. Una soga sosteniendo un peso de masa indefinida, que se balancea con parsimonia y se columpia sobre el suelo dibujando curvas en el aire, con monotonía.
Adelante y atrás, apenas modificando el rumbo, sólo volviendo a subir...bajando...y ascendiendo de nuevo, en una ruta que empieza pero no acaba, siempre igual.

Es nuestra vida, mi vida, la tuya. Es una hoja de ruta casi totalmente prefijada, un guión que predice cada acto, un oráculo del siguiente movimiento. Todo lo que ocurra volverá a ocurrir, igual que el péndulo sube y, tras bajar, sube de nuevo y regresa. Apenas unos centímetros diferencian la anterior ruta de la presente. ¿Son unos centímetros suficientes para cambiar un destino?

Das importancia a tus capacidades, a tu fuerza, a tu perseverencia, rechazas el determinismo de todo esto. ¿Realmente eres tan fuerte? ¿Realmente puedes cambiar? ¿Puedes hacer que el mundo cambie? ¿O te dejarás llevar, sumido por el balanceo, la repetición, la constancia de los hechos?

Hagamos una apuesta.


1 comentario:

Seguidores