miércoles, 27 de junio de 2012

Panem et circenses


Esta tarde se juega el España-Portugal. Del Bosque salió ayer a afirmar que éste es "el partido más importante de nuestras vidas". A Iniesta le faltó aire para declarar en su rueda de prensa que cuando ganaron el Mundial cambiaron "la historia de España a mejor".

En pocas y simples palabras, esta tarde la gente se reunirá en bares, pubs, casas, chalés y demás para presenciar un acontecimiento deportivo. Se dejarán los dedos sin uña, mantendrán cada gramo de atención que les queda disponible en los chutes del equipo español y si ganan saldrán a la calle y colmarán cada esquina y balcón de banderas y camisetas con la bandera española (ya lo hacen, de hecho) y el mundo será feliz por un momento, será un "todo va bien" general, o un embobamiento del quince como a mí me gusta llamarlo.

Aclarar en primer lugar que no tengo nada en contra del fútbol. De hecho, me parece entretenido, un gran deporte en equipo, requiere técnica, coordinación y cuando alguien la pifia da para unos chistes cojonudos. Y es bueno que la gente anime a un deportista, que se alegre cuando gane, que lo celebre e incluso que lo acompañe a la otra punta del mundo a animarlo, si para ellos es importante. No critico que la gente se lo pase bien y disfrute aunque cada vez que alguien con mi opinión abra la boca nos tilden de aguafiestas.

El problema, y corríjanme si me equivoco, es el sistema construido en torno al fútbol. ¿Deportistas que cobran millones y millones de euros por ejercer una actividad deportiva? Aparte, leyes como la famosa Ley Beckham permiten a deportistas no nacionales (véanse Ronaldo, Kaká, Ibrahimovich y cia.) tributar a un ridículo 24% cuando juegan en equipos nacionales. Deportistas como Nadal (cambiando de campo) tributan directamente en otros países. Y, centrándonos en el tema, la victoria de la selección española en la Eurocopa significaría una sustanciosa prima para cada uno de ellos. Prima para la cuál estarían exentos de pagar impuesto alguno, en Polonia y en España. Con el fútbol no ganáis NADA.

Luego resulta que no animar a la selección española es antipatriótico. ¿Por? ¿Porque no me guste el circo mediático que montan en torno a un deporte como cualquier otro? ¿Porque prefiero animar a cualquier jugador de medio pelo antes que a una estrella millonaria que se las da de caritativa? ¿Porque se nos inundan bares y pubs de gente que te puede literalmente partir la cara si no vas con España?
Entonces parece que soy antipatriota.

Como dije antes, la Eurocopa promueve un embobamiento del quince. Así como el fútbol en general. ¿Es casualidad que el gobierno aproveche los Clásicos Madrid-Barça o los partidos europeos para dejar caer el anuncio de nuevas reformas? ¿Es casualidad que la población salga casi en minoría a las manifestaciones, a las huelgas, a las concentraciones y todo aquello que se convoque para exigir cambios políticos, económicos y sociales a mejor y luego salga en masa si ganamos un partido de cuartos, semifinales o finales?

Nos venden confort, espectáculo, estrellas, jogo bonito, unas birras con la peñita viendo el partido en una LCD grande de cojones, y mientras tanto el gobierno incumple sistemáticamente todas las promesas electorales, fuera deducción por vivienda en el IRPF, venga recortes millonarios en educación y sanidad, venga pago milmillonario a Bankia, venga rescate europeo, venga subida de IVA e impuestos. Tranquilos, podréis beberos el mágico sudor de Iniesta cuando estemos sin sangre. Porque nos lo están quitando todo.

Probablemente ahora los que defendamos esta postura seremos unos aguafiestas o unos patéticos pesimistas. Bueno, también llamaban así a quiénes hace 10 años advertían de que la supuesta prosperidad económica y la burbuja inmobiliaria llevarían a una crisis brutal. Y, coño, resulta que tenían razón. ¿Casualidad?

2 comentarios:

  1. Esto está muy bien, es verdad que con el fútbol nos gastamos una millonada y tal, pero creo que se puede aplicar a cualquier tipo de entretenimiento. El cine, las series, la TV, el teatro... cualquier entretenimiento nos distrae de la realidad, hace que nos olvidemos de los problemas. Ejemplo: Twitter. Estamos en twitter, hacemos el gilipollas, hacemos bromas sobre la realidad y tal, pero nos olvidamos de la realidad, de los problemas de verdad. No es el fútbol. Es todo.

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  2. El fútbol es un ejemplo y me quejo de él porque es lo que más sale a relucir estos días. Pero todos los medios de entretenimiento de masas tienen la misma culpa y aunque entretengan, que es sano y que hace falta, también sumergen a la población en un mundo de yupi, y mucha gente no es consciente de toda la basura política que tenemos encima pero eso sí, para ver el fútbol/comprar el nuevo iPad/ver la nueva de Crepúsculo pierde el culo. Y ese es el tema, que hay una nula conciencia y mucha cortina de humo, y no creo que haya nadie que pueda estar en desacuerdo con eso.

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