domingo, 15 de enero de 2012

icemind

Llegados a cierto punto se empieza a considerar la derrota como una alternativa plausible. Quizás al ver todo en tu contra tu mundo se vuelve más pequeño, más acorralado, más consciente de toda la hostilidad que puede llegar a rodearte, y, en cierto modo, más realista.
Sabemos desde el principio que nada es tan bonito como lo pintan. Ni estudiar es un camino de rosas, ni el amor una novela romántica, ni se ha inventado un alcohol que no te deje la lengua como una esponja seca a la mañana siguiente.
A pesar de ello nos encabezamos en seguir adelante, lo intentamos una y otra vez, y como no puede ser de otra forma, fallamos. Caemos. Nos dejamos la piel de las rodillas contra el asfalto y las lágrimas nos dejan marca en las mejillas. Los pulmones se te llenan de tanto humo que no puedes ni respirar. Pero las rodillas se curan, las lágrimas se secan y el humo acaba saliendo y alza el vuelo como un cuervo gris.

¿Existe una batalla imposible de ganar, algo que nunca puedas conseguir? Es posible. Se dice a menudo que aunque perdamos esta batalla, ganaremos la guerra. Pero si piensas un poco, en toda guerra existen vencedores y vencidos.
Reza para no ser de los segundos.

2 comentarios:

  1. Creo que antes que rezar, prefiero actuar para no ser de los segundos. Igualmente, me encanta la entrada. Sobre todo esto: "Pero las rodillas se curan, las lágrimas se secan y el humo acaba saliendo y alza el vuelo como un cuervo gris.".

    Por cierto, si no lo sabías, soy @mesjourstristes

    ResponderEliminar
  2. Se agradece el comment :) sí que te conozco, sí, de hecho creo que te vi ayer xD

    ResponderEliminar

Seguidores